sábado, 28 de mayo de 2011

Miguel Giannattasio: Huerta orgánica y Autonomía alimentaria.

El AjoEl ajo común (Allium sativum) es un ingrediente básico de la cocina mediterránea, o sea de los países que mayormente han emigrado a América. Pertenece a la familia botánica de las liliáceas, como la cebolla y sus parientes, os lirios del campo. Al igual que la cebolla comenzó a ser utilizado por la familia humana primero como plante curativa y luego como condimento. Su origen es Asia central pero fue diseminado por las culturas itinerantes que lo portaron en sus botiquines básicos.

Es una planta herbácea, bulbosa, pues su raíz compuesto de bulbillos (dientes) arqueados, hojas acintadas, flores blancas en umbelas (forma de paraguas)

Empleado desde antiguo como condimento, existen pruebas que demuestran que los antiguos egipcios lo consumían hace 6.000 años y que sus propiedades culinarias y medicinales eran igualmente alabadas por los griegos.

Se conoce igualmente que los monjes medievales masticaban dientes de ajo para protegerse de la peste y durante las dos grandes guerras mundiales del siglo XX, ante la escasez de antibióticos, se utilizó para evitar que las heridas de guerra se infectaran.
El dato interesante de cultivo es que en nuestra zona ha de sembrase en febrero para que produzca muchas hojas antes de la primera helada fuerte. Esta indicará a la planta el momento de formar la “cabeza”, y cuanto más comida acumuló en el follaje, más grande serán los bulbos.
Por lo tanto han de colocarse los bulbos con la parte más aguda hacia arriba, por donde emergerá el brote, a ras del suelo. Le gusta la tierra suelta, mezclada con arena y rica en abono maduro. No requiere mucho riego y al cabo de 9 meses se podrá cosechar y poner a secar a la sombra. Conviene observar cuando las puntas de las hojas se ponen amarillentas, doblar éstas y aplastarlas con ayuda de una piedra a fin de que la savia quede en la cabeza y no emerja la vara floral, ya que s una planta que acumula comida en los bulbos para florecer y fructificar.

Sus componentes mayoritarios son el agua, los hidratos de carbono (24,3%) y la fibra (1,2%). En menor proporción, contiene proteínas (5,3%), grasas (0,23%) y minerales como cinc (1,1 mg/100 g), fósforo (134 mg), calcio (17,8 mg) y hierro (1,2 mg), y algunas vitaminas, entre las que destaca la vitamina C (14 mg) y en menor cantidad B1 (0,16 mg) y B2 (0,02 mg) e indicios de vitamina A.

Propiedades curativas
El ajo goza de una reconocida fama como alimento saludable siendo una excelente alternativa natural al uso de fármacos gracias a la presencia de componentes antioxidantes ricos en azufre, como la aliína.

Esta sustancia, que en realidad no huele, en contacto con el oxígeno del aire, se convierte en alicina, responsable de su característico y penetrante olor.

A su vez la alicina se transforma en otros compuestos azufrados con interesantes propiedades terapéuticas.

Son innumerables las propiedades terapéuticas que se la han atribuido a través de los siglos, destacando las siguientes:

- Es el mejor antiséptico, antibiótico y antimicótico natural que existe. Por ello es un excelente aliado contra las infecciones.

- Es un excelente depurativo, ayuda a eliminar toxinas del organismo y contribuye a la formación y regeneración de la flora intestinal.

- Mejora la circulación de la sangre debido a su poder anticoagulante.

- Baja la fiebre.

- Reduce el nivel de grasas en la sangre, disminuye los niveles del colesterol "malo" (colesterol LDL) y protege el corazón y las arterias.

- Refuerza las defensas del organismo.

- Normaliza los niveles elevados de tensión arterial, por lo que debe estar presente en la dieta de hipertensos.

- Es muy útil en el tratamiento de infecciones estomacales.

- Es expectorante, por lo que resulta muy útil en afecciones respiratorias como asma, bronquitis aguda o crónica.

- Es antioxidante.

- Normaliza los niveles elevados de glucosa en sangre.

- Ayuda a regular la función tiroidea al ser rico en iodo, siendo especialmente útil en los casos de hipotiroidismo.

- Posee importantes efectos anticancerígenos.

- Ayuda a prevenir los efectos debilitantes del envejecimiento, así como cardiopatías y otros trastornos asociados a la edad avanzada.

- Por su poder virucida, es un eficaz antiverrugas.

Aunque su fuerte olor puede resultar desagradable, sus múltiples propiedades curativas y preventivas justifican los efectos antisociales.

En razón a todas sus propiedades curativas, el ajo es un excelente remedio natural que puede resultar muy útil en el tratamiento y la prevención de ciertos trastornos de salud.

Para gozar de forma efectiva de sus propiedades, se aconseja consumirlo crudo o poco cocido.
Y el mal aliento y olor corporal?

Para evitar el tremendo aliento que queda después de comer ajo conviene:

Beber jugo de limos inmediatamente después o
Masticar perejil o
Tomar dos cucharadas soperas de miel o
Beber leche o
Un buen vaso de vino

Algunas culturas como la hinduista no consumen ni ajos ni cebollas pues sostienen que estas plantas absorben la mala energía de la tierra.
Lo que si está comprobado es que ayuda a eliminar toxinas lo que sería la causa, además del contenido de azufre, del fuerte olor corporal de los comedores de ajo.

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